Calcular nuestra presión ideal de neumáticos de mountain bike es un ejercicio muy recomendable para sacar el máximo rendimiento posible a nuestras salidas por la montaña y ganar en seguridad y comodidad.  La clave está en buscar la presión que nos dé el agarre, la tracción y la comodidad  necesaria evitando al máximo el riesgo de pinchazos por llantazos y destalonamientos.

Pero vamos a ofrecer algunas pautas hasta llegar a nuestro objetivo de presión ideal. Primero de todo, no hay un mismo número para todos, aunque sí se pueden ofrecer datos aproximados, como veremos más abajo, para conocer esa presión base. Nuestro peso es el punto de partida. Lógicamente, no es lo mismo un biker ligero de 60 kilos que uno pesado de 80 kilos; el primero, necesitará menos presión.

Otro factor muy importante a tener en cuenta es  el terreno que pisemos. Si nuestra montaña es lisa, sin obstáculos en el camino, podremos llevar una presión más reducida que si nos enfrentamos a un terreno rocoso, donde tendremos que aumentar nuestra seguridad con más aire, para evitar daños en las llantas y los neumáticos. Igualmente, influye nuestro estilo de conducción, hay bikers más agresivos (más presión) y otros más finos (menos presión).

La otra variable más importante, además del peso, es el ancho del neumático. A más anchura, menos presión y al revés. Este factor depende de cada fabricante, de cada marca, del modelo (la carcasa, la banda de rodadura o la resistencia lateral…). Lo primero que debemos saber es el rango de presión que admite cada cubierta, algo que viene indicado en el lateral del neumático.

También deberemos tener en cuenta es el ancho de la llanta. Las llantas anchas nos permiten bajar la presión del neumático gracias a la forma que dan a la cubierta. Pero debemos tener en cuenta la compatibilidad entre el ancho del neumático y el ancho de la llanta.

Por último tendremos que considerar si llevamos o no mousse. El mousse nos va a permitir rodar con presiones más bajas protegiendo la llanta de los impactos y evitando pinchazos. Por el contrario, no dibujarán igual de fino el terreno ya que el neumático no se deformará de la misma manera. Son ideales para usar en e-bikes en las que el peso de la bici influye mucho y hay más riesgo de llantazo, con llantas de carbono para protegerlas de roturas y en terrenos muy complicados con mucha piedra donde el riesgo de llantazo es alto.

Así que vamos a empezar a dar luz al asunto. Hay que tener una base general, unos números a los que adaptarnos, según esos dos factores principales, nuestro peso y el volumen (balón) del neumático. Aquí aprovechamos la siguiente tabla recomendada de esmtb para neumáticos tubeless sin cámara para que sea nuestro punto de partida a la hora inflar nuestra rueda delantera/trasera:

*sumar de 0,2 a 0,3 bar a cada valor de la siguiente tabla recomendada, si no llevas tubeless.

**en la rueda delantera puedes llevar menos presión, 0,2 bar menos aproximadamente.

Ya tenemos el primer paso, la presión base. Ahora tenemos que buscar nuestra presión ideal. ¿Cómo? Muy fácil. Probar en nuestras montañas favoritas, con una presión de 0,2/0,3 más sobre la tabla anterior, para probar y tener la posibilidad de ir bajando y ver las diferencias y las sensaciones con cada presión. Tu presión ideal la encontrarás con el equilibrio entre agarre y tracción suficientes y seguridad, básicamente, y que nuestro rendimiento no se resienta.

Por último, dos recomendaciones de venta: un inflador de pie y un medidor de presión digital, una herramienta esta última muy práctica y ligera para llevar en nuestras salidas. Nos permite comprobar nuestra presión y poder bajarla si es necesario.